miércoles, 5 de junio de 2013
El final de una etapa...de montaña
Falta poco,muy poco.Y ella no entiende nada,además se le ha hecho largo,muy largo y siente que se ha perdido tantas cosas buenas.Sus niñas se gradúan en el colegio y terminan una etapa.Ella todavía no se ha graduado como madre,le queda mucha mili,demasiada,se ve como un calendario con patas al que van sacándole las hojas,ella muy ajada,deshojada,quizá algún día cuando sea abuela y aún así tiene dudas,demasiados errores la acompañan.Sus hijas se graduaron para ella en cuanto nacieron...mentira,de este modo sería muy bonito y dicen que así suele ser pero su ni-caso fue diferente.Hubo muchos momentos de flaqueza,de llorar de impotencia por tantas noches surrealistas en vela y otras tantas en el olvido,que la hacen llorar si recuerda.Nacieron antes de lo previsto,muy diminutas mientras a fuego lento se hicieron grandes en el corazón de su madre.Aprendió a quererlas,no fue un flechazo como dicen que es y sufría por no sentirse como las demás madres que enloquecen desde el minuto uno que tienen a sus bebés entre sus brazos.Los trastornos nocturnos la llevaron a los diurnos,pero el tiempo jugaba a su favor,las niñas crecían mientras ella era la mamá menguante.Tardaron en hablar,vaya si tardaron,entraron en el colegio,felices,sin mediar casi palabra,su vida hasta ese momento eran lloros y silencios llenos de impotencia,comunicación estrictamente no verbal.Hubo un día q amaneció diferente al resto,las niñas reían,no hacía tanto frío y el sol salió de debajo de la cama de las niñas.Ese día sus pequeñas le dijeron a la madre:te queremos,mamá;con todas sus letras y por fin hubo noches en las que reinaba un silencio en calma,había esperanza y empezó a fortalecerse un amor inmenso e irrefrenable.Dormían mejor,peor era casi imposible y en el colegio se llenaron de palabras y de emociones de todos los colores.No conozco para ser sincera a niñas tan cariñosas y llenas de una generosidad en sus afectos que abruma,tan expresivas que ahora entiendo porque tardaron tanto en hablar,valió la pena tanta des-espera.Ya hace tiempo que las niñas se graduaron cum laude para su madre que nunca supo disfrutar lo suficiente el tesoro que había surgido de sus entrañas.Ahora cuando las escucha leer o las ve escribir o las oye hablar entre ellas,sabe que es tan grande lo que tiene entre manos que solo de pensarlo se emociona en sus adentros.Pero ya se había emocionado antes,solo que ella no lo recuerda,siempre celebró cualquier detalle que sus hijas le regalaban:un gesto,una caricia,una sonrisa,una ocurrencia.Las madres mienten en cuanto se les llena la boca para hablar de sus pequeños,le dicen a sus hijos que no deben mentir,pero casi todas mienten.No todo es un camino de rosas,las espinas son demasiadas,ella dice que es como caminar por encima de un suelo lleno de clavos como un faquir,hay que saber hacerlo y no todo el mundo vale,la resistencia física y mental que requiere es muy fuerte y el instinto maternal pocas veces te salva de ti misma.Atrás se quedan los malos momentos por los lloros como única comunicación existente,los primeros pasos como madre,sus tropiezos y el aquí no pasó nada,a partir de ahora son las niñas las que van a empezar a caminar ellas solitas bajo la atenta y hermosa mirada de su madre más en la lejanía,ley de vida,ésta si es una graduación en toda regla,sobre todo cuando las niñas dejen de serlo y empiecen a hacer y a deshacer su vida sin que su madre pueda detenerlas.Y pase lo que pase yo siempre las seguiré de cerca.Dicen que no se quiere a nadie como a un hijo,no lo sé,no soy madre,pero conozco este ni-caso y muchos" todosloscasos" y puedo afirmar que todos los amores son diferentes e intensos para el que lo siente pero el de un madre,el amor de una madre es extrañamente hermoso y tan grande que no entra en el corazón ni en la razón de cualquiera,quizá porque es a la única personita que ya quieres antes de saber de su existencia,amor en estado puro,totalmente a oscuras, a ciegas.Es,sin duda,el final de una etapa de montaña...rusa,se apagan las luces y se encienden los sueños,los de sus hijos.Las madres más que ciclistas son corredoras de fondo y depende como sea éste,no hay ni dopaje que valga,bueno si,el subidon de ver cómo crecen sus hijos,si son ejemplares parece que es gracias solo a ellas(amor de madre)y para eso a veces hace falta alguna graduación pero de la vista,no todas las mamás saben cómo hacer volar bien una cometa.
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