Aquellos maravillosos años...

Te acuerdas de aquellos años que resbalaban por tus mejillas,llorabas cada otoño y se te helaba la mirada en enero si te asustabas.Por aquel tiempo era el dolor aun imberbe,tu fiel compañero y brotaba intenso todo lo que sentías...pese a que el final de cada día fuese como una sacudida en tus frágiles cimientos,tú arropada,feliz y despejada,latías.Pero el público,entonces,era amable y sus aplausos eran el rumor complacido de unos pocos,muy queridos y su calor era un buen parapeto de las embestidas de la vida aún por descubrir cuando a veces te sientes a solas,llena de pálpitos huérfanos y desatendidos.Vibrabas como un móvil en silencio,veías en la tele a la niña Pippi Calzaslargas mientras tú,muy tartita de fresa caminabas con alpargatas de diversos colores por lugares en los que nadie se adentraba,dejando así tu huella y tu oleaje. Nunca fuiste de descanso merecido,demasiado sentida decían...De niña te subiste una vez a un columpio y te mareaste cerca del cielo de tu infancia,con toda la imaginación infinita de un niño,cambiándolo todo una y otra vez de sitio y todavía si recuerdas aún sigues en ese columpio mecido por la magia de no querer crecer más de la cuenta.Y creciste,vaya si creciste,ahora sientes que te han echado del parque de juegos...zarandeada por el simple hecho de palpitar pureza,ingenuidad,te purgaron demasiado hace poco y te sacaron el aire limpio,puro que respirabas.En este instante sedentario,anclado,de colapso de emociones dispares y disparadas a tiros por otros,el público ya no es tan amable,mas bien desdeñoso y es mucho y a ráfagas.El camino se ha vuelto estrafalario y desabrido y vas por donde todo el mundo va,en un hedor de multitudes que ni te interesan y tu zapato aprieta y tus huellas ya no se ven ni tu oleaje,no existes niña,no estás,ya no inauguras cada mañana el mundo,de estreno,todo por descubrir,ahora muy cansinos parecen tus despertares como reposiciones continuas de una serie antigua,amaneces de memoria,recitas tus días como si fuesen leyes de tu estado hastiado,ya no se ríen ni tus horas de recreo.Y así los años arañan tus mejillas y pareces de invierno y no te de-muestras a ti misma nada,dentro de ti un albergue de pasos perdidos,tuyos y de tantos.Tus sentimientos parecen encanecidos,la niña que vive en ti languidece,apenas un soplo de primavera parece,déjala salir al exterior,en tu cuerpo de adulta que envejece está desfallecida.Necesita subirse al columpio de aquellas emociones que le hacían acariciar el cielo con sus manos menudas,despeinarse con la sensación de una voltereta de su corazón,no con un terremoto de latidos que se caen esparcidos en la desidia y se rompen sin más.El dolor pese a ser intenso parecía entonces menos y se curaba con ese cariño a la taza,muy caliente que te hacía entrar en calor de repente como ese plato de sopa de letras que cocinaba tu madre.Ah,la nostalgia,qué ajetreado sendero se descubre si por un momento te descalzas,si cierras tus pasos y son tus ojos los que callejean en busca de la felicidad en calma de aquellos años...bajo las enaguas de la vida,de tu vida de niña con alas desplegadas en el nido confortable de tus padres y hermanos,al lado de ellos,tu verdadero hogar y tan cerca que saboreabas esa sensación en tu mirada de tener al alcance un atajo secreto para acariciar más pronto las estrellas y tus sueños en sus regazos.Demasiado sentida mi niña y desalojada...tu refugio todavía  humea,no dejes ese columpio vacío,aún no,quedan muchas horas de luz y sueños que guardar en tus bolsillos pequeños,niña no crezcas demasiado,no hagas mucho caso a la adulta que te lleva dentro y a los adulterados que la cercan,deja que los años lloren,arañen...y así seguirás viva y que la nostalgia no juegue a la gallinita ciega contigo,si te vendan que no sean los ojos ni el alma.Necesitas rodearte de niños de tu edad,haz una fiesta en ese jardín de infancia que todavía muchos tienen dentro y su alma como palomitas de maíz crepitando al volar.Existe más cerca de lo que tú crees una Villa Kunterbunt,mi"niña Pippi".