sábado, 5 de octubre de 2013
Salas de des-espera
Las salas de desespera son raras,parecen vagones de tranvía abarrotados de personas que precisamente no te llevan a un lugar llamado deseo pero prefieres pensar que son el preámbulo de algo esperanzador.Los rostros reflejan circunstancias imposibles de imaginar,pero hay dolor y padecimiento en ellas.Lo que más encoge el corazón son las personas mayores y los niños,no deberían enfermar.Cuando hay una avería en el cuerpo o en la mente,no queda más remedio que ir al taller de reparaciones,al mismo que se debería ir si no te carbura bien tu relación de pareja:al taller de separaciones.En fin en las salas de desespera hay cientos de vidas que menguan en ese largo rato de espera,parece que se detiene el tiempo,podrías entrar con la caída de la hoja y salir de allí con la nieve que te cubre los pies que ni te darías cuenta porque dentro no hay estaciones,el gigante del tiempo se pone de un letargo infinito.Si te fijas bien en cada una de las personas que hay allí,hay historias increíbles que esconden ternura y amor,mucho amor y eso pasa con los niños.Ves a las madres con sus pequeños enfermos y tú te sientes estúpida por estar ahí desesperando por el repara cabezas.Dicen que no hay dolor pequeño sino una vida demasiado larga y que la volvemos complicada,también hay personas diminutas que sufren muy grande el dolor pero con su actitud lo hacen insignificante,los niños tienen esa capacidad que perdemos luego de adultos de hacer fácil lo difícil,su nivel de complejidad se reduce,por ejemplo,a si tienen papel y colores para dibujar y punto,qué solo tienen un brazo,no importa,qué llevan gotero y la cabeza pelada por el maldito cáncer,da igual...¡¡admirable!!Y después lo agradecidos que son...y eso que la vida ha sido muy perra con ellos.Todos esperamos en cierto modo que haya vida después de la muerte y yo me pregunto no sería más lógico preguntarnos si hay vida antes de la muerte?Esto es lo que debería ser realmente importante que tengas vida antes de morir,de ir para el otro barrio(con lo que ya cuesta marcharse del que te vio nacer) pleno por haber vivido cada día ,cada minuto de tu día a día.Los más pesimistas dicen que el infierno ya es éste,que ya lo estamos padeciendo,yo no lo sé,no me lo planteo,solo una sugerencia cuando vayáis a la sala de desespera de un complejo hospitalario,observar esos rostros,esas vidas y pararos a pensar en lo sencillo que en ocasiones es hasta el dolor.Y como me dijo alguien una vez cuando estaba en una de esas salas:piensa en quererte,al menos un poquito.Y en esas estamos en mi taller de crea cautividad,donde me tengo secuestrada y con el síndrome de esto es el colmo,a punto de ser una crónica,un texto histérico que recoge los deshechos en el desorden necrológico en el que sucedieron,vamos lo que tiene venir psicoanalizada de casa y dormir en un diván,en vez de en una cama,para velar tus sueños de paja.
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