domingo, 18 de noviembre de 2012

El payaso y su nariz

Ante la pregunta de¿Cómo están ustedes? Diré que triste,Miliki se ha ido,nuestro entrañable payaso de cabecera,porque hubo un tiempo que un circo me llenó el mundo de ilusión,que fui de esa generación que entendimos la palabra payaso asociado a risas y a tierna infancia cuando en el auto nuevo de papá,nos íbamos a pasear la familia unida. No hace mucho fui feliz,feliz en mi día gracias a este hombre de rostro amable que me ha acompañado desde mi niñez. Conocí de su mano a la gallina turuleca,a Mambrú que se fue a la guerra,a Don cocodrilo,a Susanita con su ratón chiquitín y a don Pepito y a don José. Ahora que mi barba tiene tres pelos y cómo me pica la nariz en esta época de resfriados varios,quisiera ser tan alta como la luna para seguir disfrutando de este,su chinito de amor."De cachibú,de cachibú de cachivaca las espinacas se machacan,la corbata se pone en el pescuezo y los zapatos se ponen en los pies,en esta mano tengo cinco dedos y en ésta otra dos y tres", así de sencillo y de divertido,emocionas.Sigo sin saber dónde están las llaves de tu desván magico Miliki pero con la marcha de las letras y preguntándole a Pinocho o a la dulce Margarita y con una cucharada de azúcar o si me abre la puerta Pepe o los animales fútbol club lo sabré,sólo tengo que escuchar tus canciones,chévere,chévere,chon. Gracias Miliki,de corazón,seguiré navegando en mi barquito cáscara de nuez sin temor que en el mar es lo mejor,y ahora que te has ido...y si viene negra tempestad reír,remar y cantar que es lo que tú les dirías a tus niños de cuarenta años.Eres,eras un muchacho excelente y siempre lo serás. De cine y con la escala musical siempre llega el circo,tu circo único e irrepetible,tú que apareciste en la televisión cuando era en blanco y negro,tú la llenaste de color.

1 comentario:

  1. Meriendas infantiles con la lluvia azotando los cristales. Era limpio aún el espejo de nuestros corazones y pulido estaba el cristal de nuestra mirada. El recuerdo de Miliki nos hace sentir otra vez en aquellos mullidos años. ¿Cómo están ustedes? Bien. Siempre bien. Porque estamos y seguimos juntos.

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