lunes, 25 de noviembre de 2013
De flores
La noche estrellada me recuerda que he dejado encendidas las luces de la parte más oscura de mi vida que semejan girasoles en plena madrugada en el firmamento negro tan en vela.¿A veces no sentís lirios en el pecho y entonces comienza el deshielo,esa sensación de notar que la mirada comienza a derretir su frío y parpadeas despacio los sueños que habías hibernado?Y entonces flotan nenúfares en el alma y un ramillete de pensamientos tricolores brotan en la cabeza y te pones orquídeas en tu pelo revuelto y florecen crisantemos ámbar,naranjas,blancos,violetas y morados por las pérdidas irreparables del paso del tiempo.Margaritas en el aliento y desaliento,en el si me quiere o no me quiere,rosas con espinas para ese día aciago que mordió la amargura un trozo de cielo y recuerdas que llovió con furia fuera y muy dentro,se tiñó de gris plomizo cada nubarrón que cubría tu resuello,una corona de flores por el desamor intenso como una pleamar de tormentas des-fallecidas.Y al notar cómo te arrancan,te cortan y con a-penas agua,marchitan esos lirios en tu pecho y vuelves de nuevo a helarte,con miedo.
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