Nicaso veintiuno

Sueña a solas,está triste su tigre,apenas un rugido de vez en cuando.Siempre ha creído que los sueños son más bonitos cuando se comparten.Sueña a veces un vacío de muros que transpiran frío,su frío que hiela sus labios ya de escarcha.Destroza instantes,pisa uvas de su ira apacible en este tiempo de vendimia desafortunada.Añora una tarde que no se haga tarde de miradas puras,desnudas y palabras llenas.Los perros verdes de su cabeza lamen sus heridas al tiempo que la muerden otros pensamientos también muy perros y muy verdes,inmaduros.
Oyente,¿sientes su pena? Dormidos vientos los que amainan cerca de su pecho de cabo,de acantilado fiero.No entiende el sol pertinaz y enfermizo que calienta en el crudo invierno de su alma,pero le gusta pese a que no le encienda,que no le acaricie de un calor agradecido,aún le alienta,le da una tímida esperanza,la embauca.
Amanece delirio desgastado después de la noche furiosa,desaliñada,acobardada,de diluvio blasfemo.En vano desespera un sueño enardecido,galán,locuaz y gratamente imprevisible que conquiste de nuevo el pasado frondoso y de promesas cumplidas,ese ramo de promesas florecidas tan añorado.Desaparecida,muy desaparecida está en el suspiro de tantos...

Sabe que tiene que irse sin maletas y un mapa,despojada de aquello que despertaba su mundo,un mundo de barcos de papel,naufragados por tempestades inventadas debido a una inocencia desmedida.Añora no haber borrado los días de siestas de hastío abrumador,de refugios clandestinos de falsa calma,de cruceros absurdos que iban dando tumbos.Necesitar soltar amarras.
Convencida ya de el no vivir,no inquieta sino que marchita,le vuelve ruina de tormentas inertes que pasan sin más como el tiempo que se va,que no regresa,por fin sabe que no hay dos días iguales y que existen los días no vividos.

Y está cansada de luchar en ese campo minado de batallas patrañas,de sortearse como una muñeca en una feria de necios babosos,de cotorras parlantes,de manzanas podridas de falso caramelo,de gente que da vueltas y vueltas como una noria,de vendedores de alma ambulantes que negocian su supuesta amistad a cambio de un precio desproporcionado como el hecho indecente de sospechar siquiera que estás en venta...no puede más,eso de cada uno habla según le va la feria,no va con ella,porque su alma no está en venta,no es de atracciones y de feriantes,de dimes y diretes,de vivir con la oreja puesta,de tanto tienes,tanto vales,más bien es de miradas que palpitan,tras una sombra,en una cueva,pese a que no haya una chimenea cerca...

Un cambio de rumbo necesita y está dispuesta a darlo.Hay poca luz en su habitación,tenue está,ella,no la habitación,quiere firmar la paz con ella misma,la guerra en su nicaso nunca ha sido con los demás,ha peleado en batallas perdidas de antemano que no iban con ella sino a por ella,eran muchos y por dentro cobarde su alma perpleja.
Estoy convencido,oyente,que mañana al despertar ya nunca estará sola ni se sentirá.Todavía no lo sabe pero ya no sueña a solas,de sus sábanas se escapó la soledad mientras ella dormía.Empieza para ella su vida la que soñaba,no la que vivía.
Me voy,que llega un nuevo día y aquí ya no me necesitan,dejará su vida a medias para vivirla completa.Ya lo sé,oyente,debería descansar,pero se me van los ojos...otro nicaso que contar.