Días de la semana

Me he quedado a cuadros,atrapada entre uno surrealista y otro impresionista,no ha sido un buen viernes y cuando un viernes no es bueno,malo.Error.Ponemos demasiadas expectativas en el viernes y nos equivocamos igual que con el lunes,como nos parece de estrangulamiento vital,tiene que ser cuesta arriba y comenzamos a decaer ya la tarde del domingo.Algo que cambia si estamos de vacaciones,así da igual que día de la semana sea.
Solución para evitar ese tipo de pensamientos: propongo que un martes sea un viernes,tendríamos esa sensación de escaparnos un poco de la rutina,de horarios y de no sentirnos como el conejo de Alicia en el país de las maravillas toda la estresante semana que parece que si nos detenemos un poquito se va a alterar nuestro universo. Lo mismo nos ocurre cuando cambiamos un mueble de sitio,nos desubicamos(llevo ya tiempo tirando la cazadora al suelo cada vez que  entro en casa porque un día cambié el perchero de sitio).Somos animales de costumbres,unos más domésticos que otros pero animales al fin y al cabo.
 Seamos más simples y no unos agonías,el viernes solamente es el preludio del fin de semana y lo asociamos a descanso,de ahí ese efecto casi mágico del viernes y ya está.
De todas formas insisto que podríamos hacer de vez en cuando de un jueves un lunes y de un martes un viernes para probar que pasa,posiblemente al no tener tantas expectativas creadas, estaremos menos desencantados,así que con esta surrealista idea impresionista,volveré a comenzar:hoy no ha sido un buen miércoles. ¡ Qué alegría me voy a llevar mañana cuando me dé cuenta que es sábado!