domingo, 2 de noviembre de 2025

Un remanso de inquietudes

Bajo la falda de la montaña, vive oculta la vergüenza de algún que otro pasado, tropezó en el talle de la cintura de su valle y de bruces para siempre se ha encallado.

A doscientos metros cautiva está una sombra junto a su humano. Está decidida a dejarlo, demasiado tiempo a su lado. Su mala fama le pesa, le arrastra por el suelo sin poder evitarlo.

Y como un rebaño de agua, pasa un riachuelo de lado a lado se quitan el sombrero los álamos y algunos peces añoran el verano diminuto de la tarde de los domingos con chiquillos mojando sus pies e intentando cogerlos con sus traviesas manos.

En un alto al fuego, un santuario se abandona sin remedio, sin excusa, ha dejado de creer en los milagros. Lo visitaron tantos descaros, lo asaltaron sin escrúpulos, lo dejaron solo y aún rezando, los pecados acabaron con él y su Fe se aferró a un olvido masacrado por una guerra civil y a algún ateo despistado.



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