sábado, 30 de agosto de 2025

Palabras nada sueltas

Tintinea el viento en la cabeza, llueve sin pelos en la lengua. Gris oscuro el cielo se cabrea, no le gusta lo que ve desde arriba, en las afueras. 

El verano huye con las chanclas puestas, el otoño lo apremia con alguna playa ya desierta.

Un abrazo muy cerca reza, caen los pétalos de las enamoradas margaritas sobre la hierba. Una pareja se besa y al otro lado iracundo del mundo estalla más feroz la misma guerra.

Una anciana cruza sin mirar la carretera, el horizonte se pone turbio, no hay color ni en este ni en ella. Suenan las alarmas, se incendia la pantalla de los in/móviles, se quema la piel de los montes, arden historias enteras, lloran tantas aldeas por la naturaleza muerta.

Otros escuchan cascabeles, a lo lejos la Navidad amenaza con su re/vuelta, los renos ociosos se pelean y en un puesto que vende madera para las chimeneas, la cola es eterna. El disparate parece estar de oferta. 

Huye un suspiro que acaba de atracar en la calle de arriba una tienda. Quema un sol de injusticia y no está en su plan de escape estar a la sombra de las encinas quietas.

Algunas pequeñas risas se bañan en el río que fresco corretea y preparan las madres la merienda. Por la noche en el pueblo habrá verbena y dos viudos volverán a bailar bajo la luna llena, escondidos del rumor de las vecinas ansiosas de purgar sus pecados en la felicidad ajena.

El amanecer se despereza, tiene hambre el día y la vida bosteza. Hay ruidos que salen de las huertas, las uvas se preparan para la vendimia y el domingo para la homilía aunque casi vacía se halle la iglesia. 

Una mujer que ha dejado de ser hija lee las cartas que su padre le mandaba a su madre cuando eran jóvenes y ella se sigue sintiendo más huérfana.

La soberbia al otro lado del camino se da la vuelta, siempre olvida las llaves de su ego y de la puerta; el vagabundo que le observa, piensa que a él le pasó un día y ahora duerme bajo el peso de creerse lo más de las estrellas.

Patina el olvido y cae de bruces contra la acera, herido se levanta y de golpe todo lo recuerda.

Pasa el afilador tan cerca que parece que huele a chuches de las que vendía aquella señora mayor en su carrito a la salida de tu escuela.

Hacer frases es sencillo como enhebrar palabras nada sueltas en una aguja de tinta para remendar lo descosido a tiros que uno, a veces, se encuentra. Demasiados francotiradores que apuntan a tu cabeza. A nadie le interesa ser objetivo pero en algún momento, sin saber porqué, te sientes como pato de goma en una feria.

martes, 26 de agosto de 2025

Un suspiro de relato (4)

Anoche un desgarbado silencio premeditado se posó en su viejo sofá sin alevosía. No sé cómo entró en casa y cómo llegó hasta Gabriela.

Le rozó el hombro de tal manera que se estremeció. Su mirada sibilina se paseó por su cuerpo de arriba a abajo. Se sintió desnuda con tanto pudor que la vergüenza gruesa se apoderó de ella. No supo qué decirle al intrusivo silencio, estaba demacrado, algo confuso y parecía que llevaba mucho tiempo encerrado como si fuese un delito en medio de una tormenta de arena.

Notó aire frío y seco cerca de su rostro, se puso sobre su pecho y le apretó sin sutilezas. Todo en unos minutos, su verdad y la suya como dos viejos conocidos frente a frente, la del silencio deseando ser gigante como Goliat junto a la de su supuesto David?

No era tan fiero el rugido de este silencio como parecía, un grito venido a menos pero la en/cogió por sorpresa. Se marchó como vino sin darse cuenta. Uno de sus silencios se quedó con Gabriela, estaba más inquieto que de costumbre. Lo acarició y se durmió a su lado. Los otros desaparecieron. 

No sé si se llevó algo más aparte de su sosiego...solo quería dejarle claro que en un día se echan a perder años.

martes, 19 de agosto de 2025

Planté pensamientos y me salió esto

Tiemblan las flores en los jarrones sin agua, se rasgan la vestiduras quienes van desnudos, algunos pájaros tienen miedo a las alturas y la hierba se encoge de hombros con la lluvia.

Las luciérnagas se encienden como luces en el campo y algunas cigarras se quedan dormidas en las pajas del ojo ajeno mientras en la viga del otro, un hombre pierde su dignidad.

Ronronea el agua de la ducha a primera hora, se despierta su rutina hasta el desprendimiento. Huele a café a la altura del tercer escalón y hoy tu cabeza no está para la ira de nadie.

El atardecer de un abrazo parece el bostezo de una caricia, el jabón resbalando por tu piel, la despedida sin adiós en un tren de cercanías, el rubor de las primeras veces y de tus mejillas de noche.

Camina el paso de peatones y estos quietos lo miran,es un encuentro extraño, lo mismo que sucede al llegar a fin de mes, no es el cruzar el Rubicón pero casi.

Desde lo lejos alguien te saluda pero no lo conoces, tú respondes de la misma forma. Absurdo puede como que el granizo tirite de frío o como que los árboles crezcan en las nubes.

A veces sin colores, como si nada hubiese ocurrido, te hablan personas que te han hecho daño y desconoces el motivo de seguir ahí, secuestrada en el pasado, con el síndrome de Esto(es el)colmo. Lo cortés en in/ciertas ocasiones sí quita lo valiente. 

Naces para acabar siendo huérfano, nunca has tomado la alternativa no por una cuestión taurina, si no porque es peor. No sufre más un hijo que un padre o al revés, el dolor no se mira en una analítica de sangre y no existe la milagrosa dieta del cariño o el ayuno de éste para no sufrir y que bajen tus valores porque el egoísmo siempre permanece inalterable.

Creemos conocer la respuesta pero ni nos fijamos en la pregunta , pensamos que lo sabemos todo de todos,somos inquilinos en la piel de los demás como columnas de opinión con derecho a roce.

No es nada fácil sentir la tristeza como varices pe/n/sadas en tus piernas. No se puede afirmar de alguien que le pasó tal cosa porque era su talón de Aquiles, yo siempre tuve el talón de mis padres y prefiero pensar que un poco de la dulzura de mi madre y de la fuerza de voluntad de mi padre.

Al sufrimiento hay que tratarlo con cuidado ya sea de uno o ajeno como la diferencia entre caer en gracia y ser gracioso, al miedo le caí en gracia y no es nada gracioso. Hasta el mínimo detalle es importante y marca esa diferencia.

martes, 12 de agosto de 2025

Un motiv/arte expresionista

Araña hasta el recelo un leitmotiv si palpita cierto arte para sentir todo tanto. Una melodía que sube la escalera de caracol que duda ante la hierba y como lo hizo Romeo por Julieta, hasta la hiedra trepa por las paredes de fuera pese a que aún desconoce a quién amar o si llegará hasta el balcón si lo hubiera.

Pensad malditos, pensad y el corazón se desborda de latidos en vela.

El sexto sentido, el menos común de todos sería la razón certera como si fuera la flecha de Guillermo Tell según cuenta la leyenda.

La navaja de Ockham, la explicación más sencilla siempre es la más probable,la correcta.

Motivarte es meterte en un jardín con flores en primavera, plantar pensamientos y que florezcan. Un cielo con estrellas y un atardecer de batido de fresa. Respirar despacio y que el aire fresco te envuelva. Tu fondo de armario, una fiesta.

Leerte con una dedicatoria puesta. No eres un libro cualquiera, hay un relato en ti y quiero que te escuches de veras. No pareces un renglón vacío sin sesera,mas bien ese párrafo que relata una buena escena. No bajes tu telón ni dejes que te suban a la palestra.

El público ya hace tiempo que no es afable y tampoco se necesita ni siquiera que esté cerca. Los aplausos deben salir de tus manos y quien te vea desde el anfiteatro azul del cielo se enorgullezca. 

Arte para vivir con el leitmotiv de esa invisibilidad gruesa que te atrapa y no te suelta. No es un alud en medio de una tormenta y si fuera así... crea. Haz zumba con tus hijas en el salón, bizcocho con sus anécdotas, pinta de verdades sus alas y rellena huecos si existieran al escribir sobre lo que te apetezca. O como dicen ahora estar en tu prime en plan random o de chill, nada de rayarse.

Brinda con lirios si no hay un vino de nadie que venga. No todos los latidos de otros saben lo que te aprietan ciertos ruidos e inciertas reyertas.

El desconocido y el bandido que habitan en ti llevan bebiendo demasiado tiempo de tu intemperie desierta desde que desvalijaron tu diligencia,siempre tan dispuesta. Campan a sus anchas y tus lágrimas son secas, demasiado desnudas para este verano que pirómano quema,sin ningún pudor, sin que le caiga la cara de vergüenza.

La arena de tu reloj ya no cae lenta.

Soledad huérfana, vendimia de tristezas,un buen racimo de estas, miedos ebrios con enojo en sus huellas. No lo pienses, bórralo, échalo fuera. No eres tú la que tiene que estar en la cuneta.

Motiv/arte no debería bloque/arte de cobardes ni de palabras varadas en la buena historia que eras. Hay gigantes que nunca ganaron a la primera y no fueron ni un titular, solo al final como todos una esquela.

Luce tus mejores galas,un poco de Mujercitas,un mucho de Esplendor en la hierba, el Family Man y la Dama de las Camelias. Tuyos, míos y nuestros, Descalzos por el parque, Adivina quién viene a cenar, Algo para recordar... conviértete en comedia.

Ruge como leona de esta selva de asfalto en la que vivir parece siempre una empinada cuesta. Los que más te han querido te observan... confían en ti y en los pocos increíbles que te rodean. 

Y a los que te asedian, ni los mires, ni los oigas, so(m)bras son pero no eres su cena.

Baila bajo esas dos enormes estrellas que te dieron (la) vida, una muy dulce con una blusa roja y la otra delgada como ese silbido generoso que de pequeños escuchaban tus hermanos en la playa, todos juntos sobre la arena .

martes, 5 de agosto de 2025

Este verano me suena

Maúlla este calor enroscado... qué lentos, a veces de colores, son sus pasos de arena que araña y malherido quema.

Impávida amanece la playa, sin huellas de los momentos de ayer en su arena, sin sus castillos, sin rastro de niños que han jugado con ella, sin turistas con ocio en las venas. Pura quimera.

Cacarean los amores de verano, atardeceres únicos que murmuran y las ansiadas vacaciones que tararean. Hermoso tiempo y libre como el mar, Nino Bravo sonaba así al viajar en familia en agosto hacia Carballiño, el mejor sonido : el cosquilleo de la infancia.

Crecer ya es otro cantar...no de Mio Cid pero quizás un rebuzno o un rugido depende de nuestra naturaleza poca humana porque no siempre sabemos qué hacer con ese ocio después de la maratón vital a la que estamos acostumbrados. ¿Coincidencia que pongan el Tour en verano si llevamos todo el año pedaleando? Es verlos y te parece que ya has estado allí en el pelotón(de fusilamiento, si nos ponemos goyescos) pero en fiebrero o en ma(r)zo, sin maillot pero igual de apretado. 

Vuelvo a sonar...las bicicletas son para el verano y me acuerdo de la BH blanca en la que aprendí a "volar" de la mano de uno de mis hermanos en el barrio donde jugábamos de niños y el borboteo de las vacaciones después de terminar las clases en las calles se escuchaba claro y alto. Y desde las ventanas las madres gritaban los nombres de sus hijos...era hora de bañarse y cenar.

Ronronea el arroyo que hay en uno de tus cuadros...parece que se escucha hasta el vuelo del pájaro. El zumbido que viene de la chimenea ya no te parece ajeno. Pero aún los recuerdos que emanan de las fotos en esos marcos son tan mansos,tan quietos, olvidos enmarcados? Apenas los miras, son ya pasado, una fotografía más allá de la memoria por si esta se descuida. Quién diría que un día,solo un día puede desbar/atar muchos años.

Ulula el insomnio de la noche que arde, ese ocio tardío y a destiempo estival, q a(n)gosto se exhibe el mes si atardece unos minutos antes como bostezos de la sombra que cubre el césped.

Me hago respuestas para las que no hay preguntas, soluciono problemas que solo se plantean más allá de mi esquina del viento. Y pongo admiraciones para resaltar la belleza del silencio de un solo de jazz como si el estío acariciase un saxo.

Relinchan los delincuentes de poca monta,no como Babieca, esos que te acechan a plena luz de una vela/da condenada al acierto y es tan difícil acertar que no sé para que llevo fracasos en los bolsillos, comodines del absurdo quemado,cenizas ya del miedo y poco más.

Y grillan las redes asociales, el paripé del verano enlatado, fotos que no plasman nada porque solo las has posado, pasarela de zombis pijos o no, y no hablo de los influencers; quién se maquille para lucir su bikini, desconfía. Aquel que lo disfruta, entre risas y palabras,capta esos momentos en su retina sin desprendimiento. 

Ladran ciertos recuerdos como diría El Quijote a Sancho : señal que cabalgamos. Bastiagueiro a primera hora con un sol tímido que aún se despereza, íbamos para allí a jugar; mi padre a la pelota con mis hermanos mientras mi madre abría el bote azul de Nivea para pintarme de blanco para estar preparada para coger conchas juntas cerca de la orilla.

Luego a saltar las olas como chiquillos que éramos y en la mirada de nuestros padres la mejor instantánea del verano en la arena del tiempo,del buen tiempo que aún rezuma cálida la melodía por la piel morena de aquellos veranos a manos llenas.