La vida, esa radio futura

"El viento de África sobre el puente azul lo sientes como si fuese un oscuro affaire con un amigo desconocido aún. Quizás en aquel momento la noche habló a tu espalda y sus palabras te quisieron sonreír a modo estatua del jardín botánico, persiguiendo un enigma,al compás de las horas.

No sólo eres un enamorado de la moda juvenil,también quieres hacer del amor una condena pero recuerda que toda cadena se puede romper. 

Dicen que siempre cuentas la misma historia y que tienes veneno en la piel,es lo que esperan todos ya que pareces un paseo con la negra flor,esa de semilla negra en la tierra a 37 grados cuando arde la calle al sol de poniente,tal vez hasta haya tribus ocultas cerca del río esperando a que caiga la noche, piensa que solo te hace falta valor en esta escuela de calor.

Sin embargo si imaginas la luna de agosto en un baile de perros en la ciudad interior de un país en llamas,podrás entender que lo de pasar todo el día junto a ti e incluso así no poder tocarte,se hace más complicado en plena tormenta de arena y en esta vida en la frontera,decidiendo a cara o cruz lo que debes hacer en alas de la mentira si me dejas solo...

De todas maneras cuando se enciendan todas las luces,al final solo se verá dibujado un corazón de tinta en la pared y no lo de han caído los dos,pese a la ley del desierto o la del mar.

Serán rarezas encontradas en un caja de canciones,esa memoria del porvenir en una tierra para bailar algo más que música moderna,posiblemente antes dos barcos sin rumbo,hoy dos marionetas que van persiguiendo una luz cegadora por la línea del tiempo.

El nadador con su historia de play-back que en la mala hora cuando el gallo canta solo era el hombre de papel con las líneas de la mano bailando en el espejo la canción del gitano".