Quiero contar bajito lo que te echo de menos,llamarte cuando acaba la serie que veíamos los dos,decirte que aquí dentro,a veces,parece que llueve sin tregua,que te he cogido kiwis maduros y que suena muda la fiesta de mis años a cuestas.
Quiero saber si tienes aún crucigramas para entretenerte más allá de las nubes,preguntarte si sigues tomándote el café tan caliente en la barra del cielo,si ves el tacto de mi sueño encrespado o ese susto errante que busca mi cuerpo.
Quiero pintar de silencio esas caricias con las que me dabas consuelo,hablarte de todo este jaleo de ausencia de abrazos y también de aquellas tardes entrañables de invierno,de ese chocolate que nos hacías de pequeños,de lo que ha cambiado el paso del tiempo,creo que le aprietan sus zapatos ya muy cansados,viejos y que también me hables de si te acuerdas del
jugo que le sacábamos a cada instante que estábamos juntos y de cuántos zumos de naranja nos habrás hecho.
Quiero coger el teléfono a la mañana recién despierta y decirte solamente que te sigo queriendo donde lo dejamos con tu mano cogida,todavía llevo conmigo ese momento y otros miles de cientos.
Quiero comentarte tanto y todo el rato,no cómo lo hago ahora sino en directo,algunas vivencias cotidianas de hoy voy a hacer pollo y que el lunes,por fin,se presentó Lorenzo o que las niñas, muy rápido están creciendo y que mamá está siendo la más valiente y el dulce timón al que me sujeto,qué fortaleza tiene y todas las tartas que se está comiendo.
Quiero sentir menos,cambiar los colores de mi vulnerable viento ¿Te acuerdas cuándo me decías que yo podía con todo,que mi fuerza me venía muy de dentro?No es cierto,es cierzo,lo noto tan seco y frío que eriza y sé que me estás viendo.Te pregunto al día tantas respuestas,me consta que todos lo hacemos,siempre supiste mirarme más allá con tu infinito amor honesto.
Quiero enviarte una camisa que vi el otro día,de esas que se te ajustaban al cuello,esos hojaldres que te gustaban tanto,envolverte cada uno de los abrazos que te he guardado,todo lo que te he escrito y algunas risas reservadas en el altillo que me hubiese gustado compartir contigo.¿Llega hasta ahí arriba Amazon?¿Tenéis un buzón de recuerdos?El de sugerencias estoy convencida que tú ya lo has puesto.
Quiero decirte que mi cajón sigue siendo un desastre,ordenado eso sí...pero escucho alto y claro mi desconcierto y te siento tan cerca que pienso que nunca te has ido...cuánto me gusta contarte lo que me pasa y lo que no al oído. Cada rincón que he paseado a tu lado me sigue emocionando despacio,necesito tanto aún ese abrazo tan tuyo,el entendernos cada segundo,no darnos explicaciones,no mentirnos,dejar sueltas mis emociones y si ladran que tú las acaricies para que no dejen todo lleno de pelo cuando el ánimo está por el suelo.
Aún intento frenar aquel marzo en el que se resquebrajó nuestro faro,su luz,sé que es en vano pero duele tanto...es más que una inquietud,a veces,grita,otras araña pero en ocasiones solo baila,se desliza como ese maullido que se descalza en celo.
Y sigo sin atreverme a rozar Riazor y su húmedo paseo,no sé si quiero pero no puedo y eso que en mi cabeza continúo allí...demasiado "recordis",ese volver a pasar por el corazón como bandera azul que ondea en el pensamiento,atlánticos latidos en nuestro pecho con las palabras desnudas en las manos y el
silencio del salitre en casi todos nuestros gestos.