La ru(t)ina de la que te vistes se asemeja al uniforme de una vida que se ha convertido en un lugar solitario en el que estamos todos.Extraño es ver cómo parpadea destemplada hasta el agua tibia de la ducha fría de las noticias.
No te preguntas nada porque sabes las respuestas de memoria,llevas tantos meses en un ensayo a modo tubo para esa obra de teatro de-pendiente siempre a punto de estrenar y cómo la mayoría tienes pánico escénico.
No quieres salir en el periódico,tampoco a la calle del olvido,sospechas de los cordones de tus deportivas.En el tendal hay más palabras que mudas,eso sí ambas muy limpias.
Nunca habías tenido tantos tipos de geles,a veces los confundes como a los días.Tachas los lunes,los martes...cuál soldado de la mili de entonces,pues pareces un calendario con patas y sueñas con que te den por fin un permiso pero sin pedirlo porque significará que ya han terminado tus imaginarias o tus guardias en esta garita impensable con el cetme en mano.
Ojalá Gila estuviese al teléfono y todo fuese un skecth de los suyos que ya dura demasiado.
Te abruma que tu ánimo esté a media asta desde que te levantas hasta que te acuestas para no dormir.Y si llegas a hacerlo,sueñas sinsentido,con ratones que bailan cuando el gato no está y aparecen como una nebulosa en tu mente que quiere detener el invierno irracional con su cuesta abajo sin frenos.
Y patina tu valor en el hielo que sientes y se cae,se hace daño,otra vez esguince de coraje.
Mientras a lo lejos escuchas de nuevo las sirenas de la ciudad que avisan de otro ataque aéreo,invisible,silente,insidioso y tu corazón se dispara desarmado y el único que sale a correr campo a través es él en una suerte enloquecida de margaritas.Y te das cuenta quien asoma su nariz dispuesta a estornudarte otro baño de realidad testaruda es la primavera.
Mientras silba tu cabeza a modo tetera al hervirte ciertos pensamientos simplemente porque recuerdas...
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