En el alma...

Se fue todo...el calor,los besos y mi sonrisa.Solo yo te vi marchar tantas veces de mi lado que me sentí el náufrago de tu solitaria isla que latía perdida.No sabía que tu corazón se volvía un agujero negro si mi estrella palpitaba moribunda en él ni que tus palabras las que me dijiste con remiendos eran hilvanadas con hilos que ya se habían roto hace muchos febreros.
Fue tu adiós tan lento...que aún permanece a mi lado después del ya me acabé,ya no quiero,ya no puedo querer.Ahora entiendo porque te alejabas cada madrugada de mi invierno en silencio.Desconozco lo que ahora sientes,miedo ya no tengo,apenas late vida en un nosotros quimérico,mas amarme,ya sólo es un deseo de cuando te vi en aquella calle transitada de joviales ilusiones y amores nada perros.

En el alma me han zarpado unos cuantos veleros...

Se fueron ya tantos...hasta los que no murieron.Y sólo yo los vi marchar después de mi aguacero intenso que me sentí tan culpable de ser lluvia sin pretenderlo.No sabía que hay corazones como nubarrones que descargan su grisáceo amor sin pudor,con pasado rencor,con pesado recelo,de una manera tan inconsciente como inmadura que se congelan por dentro.
Fue tu adiós tan insidioso y lento...que aún recuerdo el día que se partieron mis palabras y tu poblado desaliento.

En el alma se me ha roto el silencio...

Y ahora cuando te veo siento tu despedida aún caliente en mi pecho,guardas aún tinieblas que yo no comprendo como tu verdad que me deja tan fría que apenas te siento.Y conozco la sensación de esa honestidad maltrecha de una nieve que jamás quise en mis labios y en tus besos.
Fue tu adiós tan pertinaz y lento...que no sé cuántas veces hay que despedirse de un desencuentro tan desbordante como cierto.

En el alma se han apagado todos los faros en señal de duelo...

Deja de desdibujar mi pasado en el que parece que sólo has subsistido,de mi presente que ya no me vives y de un futuro más tuyo que nuestro.Acaso,¿no oyes como mis hojas se estremecen esparcidas y secas por el suelo?
Fue tu adiós lento...ya soy final,ya der-rota,sembrado camino de ortigas testarudas y un raro fango tan sutil,que no avanzo y sólo sangra mi ánimo.

En el alma se estira mi soledad y su mentira desgastada y desierta...

Baldío terreno el del corazón que ahoga sus latidos en vida bebida tan melancohólica y ociosa la tuya por desconocer lo que es el sacrificio,el amor inmenso y la marejada.Si hubieses disfrutado al menos de las veladas al calor de aquellas veces,tantas...pero que te pasaron desapercibidas por sinrazones de tu relato hermético,quizás ahora estaríamos en ese preciso momento donde la belleza y la felicidad se esconden de quien las persigue sin tregua,esa desidia llena de gastados reproches y tan amnésicos...
Fue mi adiós siempre ausente...no podría decírtelo aunque me acorralase el miedo a la pérdida y al no sentirme ya perdida,sólo sé que te quiero.

En el alma solo oigo mis pájaros de agua y esa voz dulce de niña y a un niño algo con-sentido(s) que desperté sin pretenderlo...

Ahora la que debe partir soy yo...somos solo apagado fuego cruzado de calladas palabras a destiempo y latidos con despropósitos de enmienda y mi conciencia la de un Pepito Grillo muy tenaz y algo fatigado de hacerse nicaso.
Debo decirme adiós...a aquella niña que quiso con tantos sueños hacer sólo una realidad...ya despierta y algo asustada ya aprendió a caminar sola por la vida desde una primavera que la dejó helada y llena de invierno con besos que aún humean en su pecho.Y le digo:" si lo amas,déjalo marchar,ponle tus alas y que vuele. No se puede encerrar aire en una jaula por muy dorada que sea y por mucho que duela, siempre hay que ser generosa en el afecto. Si a alguien lo amas,dale tu valor y tu alma y guarda tus lágrimas,ésas que derramas y que apenas levantan sospechas cuando eres inquieta madrugada".