jueves, 5 de septiembre de 2013

Infancia de plastilina

Somos las huellas que hemos dejado por los lugares que pasamos y los aciertos y los errores que llevamos en los bolsillos.No me gusta pensar que nunca regresaré a aquella calle que me vio crecer,donde jugaba con los sueños en zapatillas,de puntillas.Soy de desastres conocidos,algunos naturales y de algunas ruinas silenciosas y de sueños imposibles que antes moldeaba con plastilina casera,con dos coletas torcidas merendaba lo vivido,bajaba las cuestas con la bicicleta cuando un día mi hermano me enseñó a volar con ella,el miedo solo era a cerrar los ojos por si lo que entonces vivía no fuese cierto.Iba al cine con mi hermano y su chica de entonces que también es la de ahora,vi tantas películas que gracias a él de dibujos muy animados se llenó mi alma y mi corazón latía al ritmo de los clásicos.Nunca quise crecer,para qué,el mar apenas me llegaba por las rodillas,en la orilla de mi vida era feliz,en la fina arena caliente enterraba mis pequeños pies,ni familiares ni amigos.Miraba atrás y sonaba mi nombre tan bien en la boca de mi madre,mil veces volvería a mirar atrás si mi madre fuese la que me llamase otra vez en aquella playa,en la rotonda de mis pocos años pero tan felices siempre.Me hablaba como si sus palabras fuesen poesía y yo su princesa de la boca de fresa y me llenaba la cara de besos.Volveré a esa playa de arena fina y de infancia generosa,donde correr era hacia mi padre,a sus brazos con los que me cogía en volandas.Me hacía volar como una cometa,en mi espalda unas alas y una desbandada de risas revoloteaban en el aire como si fuesen mariposas.Y aquella pelota y mis hermanos y mi padre sobre la arena mojada y yo a la orilla de mi madre,todo el amor en su regazo.El día perfecto,los pasos seguros y nunca sola porque estábamos todos juntos,parecíamos una piña de árbol y el sol se mojaba en el horizonte cuando atardecía.Y los abrazos de oso de mi otro hermano y esos partidos de chapas que jugaba el pequeño en la alfombra mágica de la infancia.Toda la casa era un inmenso cuarto de juegos y aventuras donde el silencio solo reinaba de noche para dormirnos.Caminar y respirar a la vez,el cielo abierto en tus manos y las heridas se curaban con mercromina. No solo se vive una vez,también sé es niño una vez. Nunca quise crecer,para qué,si en el fin de mis días volveré al mar que me vio nacer y aquellos momentos de nocilla.La infancia debería seguir todavía.Pero ya se nos fue.Cómo encerrar aire fresco,no se puede,o si tal vez.La memoria es caprichosa como una tristeza en racimo,siempre se puede poner en un jarrón con agua para que no nos marchite,al menos, por dentro.Fui muy afortunada,gracias a mis padres y hermanos tuve la infancia más Alicia en el país de las maravillas que se puede tener,muy mago de Oz y casita de chocolate sin bruja de por medio,como vivir dentro de un cuento pero cierto.Y siempre puedo volver a ella,con cerrar los ojos y recordar,el aroma de la infancia se queda con uno,cada familia lo lleva impregnado en la piel,es una especie de apellido sensitivo.Conviene solo tener en cuenta algo al crecer,cuidado con lo que se desea...que se puede cumplir,es lo bueno y a veces lo malo(para los desafortunados) que tiene la infancia,te viene dada,naces donde te toca,una lotería,para mí pura magia.Nunca jamás podré olvidarla,sobre todo porque aprendí la mejor lección de vida que te pueden enseñar:el amor está por todas partes,no lo busques y lo encontrarás.No cojas aire,simplemente respira y vive y deja vivir.Ama con toda la fuerza,que nunca te quiten las ganas de amar.

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