martes, 29 de enero de 2013

Niños de cuarenta y tantos(5)

Está sola,su marido se ha ido de viaje por trabajo. El viento enmudece por momentos,sus hijas no,hablan sin parar.
Le preguntan porque papá no viene a dormir,la madre les contesta que tiene que trabajar,pero" mami-insisten-donde va a dormir si no tiene su cama" .La madre se sonríe y les dice que va a un hotel.
Las niñas se miran entre sí,parecen más tranquilas. La madre no,empieza a caer la noche y nota el peso de la oscuridad,no le gusta quedarse sola,tiene cierto temor,parece una niña...de cuarenta y tantos.

Al cabo de un rato cenan y se van para cama,empiezan otra vez a hacerle preguntas. "Mamá,yo quiero dormir contigo para que no te sientas sola en esa cama tan grande" ,la otra hija le dice: "yo también".
La madre les contesta que cada una tiene que dormir en su camita y que no se preocupen porque no está sola,"estáis vosotras conmigo" .Les da un beso de buenas noches y se va para el salón.

Hay demasiado silencio,dentro de ella un poco de jaleo,no está pasando por su mejor momento,mira el teléfono constantemente y con fijación,como si ella fuese quien lo va a hacer sonar.
Al cabo de un rato escucha: "mamá,mamá!!", se levanta y se acerca a la habitación de una de sus hijas y le pregunta qué le pasa,la niña le responde:"papá no ha podido darnos el beso de buenas noches y no le hemos contado que hemos aprendido otra letra en el cole y es la suya,la de su nombre".
Le da un beso enorme y le dice:"éste es de papá que me lo dejó aquí (se señala el bolsillo)esta mañana al marcharse y no os lo di antes porque me despisté y lo de la letra ya se lo contáis cuando venga,que le gustará mucho,vale?" 
La hija se queda encantada con el beso de príncipe de su padre y se duerme.

Otra vez no se oye nada pero suena el teléfono,es él,por fin se cuentan como les ha ido el día y se dan las buenas noches,unas cuántas veces;ella le dice:"cuídate mucho,ya nos vemos pronto y por si me olvido de decírtelo cuando regreses,te he echado mucho de menos,esta noche y todas las noches que no has pasado conmigo,te quiero"...parecen otra vez novios...son esos niños de cuarenta y tantos.

Ya no hay revuelo dentro de ella,solo el aleteo de algún sueño para dormirse. A la mañana siguiente al despertarse nota algo a su lado,son dos peluches de cada una de sus hijas que le han metido en su cama sin que ella se haya dado cuenta.No hay mejor manera de amanecer que con la ocurrencia tierna de la infancia,máxime si ha sido de tus hijos.

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