La casa está vacía,en silencio,ellos también un poco,solo la lluvia rompe el silencio al golpear contra los cristales.Se ponen a cenar.
Ella está pensando en sus dos hijos en cómo estarán. Él tiene su cabeza en el trabajo,en la reunión de mañana.
Ella le mira y ya no se estremece como antes y le pregunta en qué piensa. Error,a un hombre jamás se le debe hacer ese tipo de preguntas pero es una niña de cuarenta y tantos.
Él levanta la mirada del plato y ante la sorpresa de ella,le contesta: "pensaba en ti", ella lo mira y también lo ve,se estremece como si le hubiese rozado su corazón desnudo.
Ya no piensa en sus hijos sólo en él,en el pasado cuando eran novios.Se le viene a la cabeza aquella vez que casi los pillan los padres de él cuando el tiempo se detenía en los besos que se robaban...
La lluvia ya no golpea en los cristales. De pronto comienzan a hablar sin parar,se sacan la palabra el uno al otro,parecen otra vez unos chiquillos...son niños de cuarenta y tantos.En el fondo saben que se han mentido en sus pensamientos pero lo dejan correr,solo les importa el aquí y el ahora.
Cenan tan rápido que parece que les persigue alguien.Ella recoge mientras él ya está en el sofá.
Cuando llega,él se ha quedado dormido con el mando de la tele en la mano.Se sonríe,no quiere despertarlo,sabe que lleva muchos noches durmiendo poco y mal.Se acurruca a su lado y se tapa con la manta.
Ella se pone a ver la serie que tanto le gusta y vuelve a pensar en sus hijos,si estarán bien...
Llega un mensaje al móvil,es de sus niños,pone:" mamá estamos genial,gracias por dejarnos venir,no te preocupes,pasarlo bien papá y tú,aprovechad ahora que estáis solitos...je,je". Ella esboza una sonrisa y así se la manda en SMS con un os quiero y cuidaos mucho.
Me encanta la saga
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