miércoles, 10 de diciembre de 2025

Esas pequeñas cosas que pasan

En un parque hay un atraco de bancos en ciernes, un flashmob de deshollinadores en un improvisado tejado y una discusión a las tres en punto en la que nadie será vencedor ni vencido, solo muy puntuales en su estupidez.

La soledad se viste de novia no muy lejos de allí. La desconocida del quinto...pino no la puede ayudar con el velo que siempre ha cubierto su mirada después de un despeinado espectacular de su peluquería de cabecera a la que nunca ha ido con asiduidad, no por pereza, su pecado es más de provincias y en la actualidad ya no hay diligencia, por mucho que su alma se sienta de otra época.

Hace frío dos calles hacia abajo, tanto que no recuerda el porqué de haberse presentado en pleno otoño, pero tenía ganas de conocerlo y ha sido amor a primera vista, no tiene ninguna intención de marcharse de su lado.

En una fuente de vida que respira piedra mientras sopla su aliento de agua a borbotones, una jovencísima pareja saca de su bolsillo una carcajada redonda de plata y al echarla dentro, pide un deseo con sus ojos en silencio muy alto como si fuese su primera plegaria, tan imberbe que parece jugar al escondite y al finalizar se dicen callados: por nosotros y por todos nuestros compañeros; aún desconocen que se están enamorando sin querer y que recordarán ese preciso instante cuando peine canas su nostalgia y suspire su madurez, antes que cierre para siempre su mirada la vejez.

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