domingo, 29 de septiembre de 2024

Spoilers de nostalgia

¿Sabéis esa sensación de pellizco de cómo va a terminar tu día, de cómo va a ser la noche y cómo amanecerás y así cada momento si es desapacible tu semana ?

Podría ser solo grisácea rutina y su desprendimiento de tierra o esa tristeza pedregosa y su a/batimiento en un constante duelo o sencillamente spoilers de tu ahora melancólica nostalgia.

De hecho si te mirases por un agujero como espectadora,el guión sería tan previsible como que la vida sigue pese a las irreparables pérdidas,como si fueran una cuestión de mecánica pero terminasen tus sentimientos en carne viva en el desguace. 

Por eso te acuestas tarde una vez más pese a que dijiste la noche pasada que no lo volverías a hacer pero se te escapa como aire en una jaula, esa galaica hora "entre lusco e fusco" de tu alma crepuscular en la que permaneces como un suspiro encallado.

Al meterte en cama,el sueño tropieza y no llega,das vueltas y vueltas... a tu vida de pacotilla,de joven adulta venida a menos o te pones de niña subida a una nostalgia a modo tiovivo que parece que giras sobre tu arena del tiempo y humedecidas tus mejillas,tu mirada se cierra por descanso del personal.

Tienes sueños profundos de los que te quedan tatuados al despertar. Son raros ,a veces, como ese verde canino ladrador ,otras parecen arañazos de siameses y maúlla tu pena hasta erizarse.

En ocasiones son tan vívidos que al sonar el despertador, te da un mazazo de realidad que bajas al mundo de golpe,más herida de lo habitual,sobre todo si sueñas con los que ya no están...

O también si se retuercen,si se tornan pesadilla ,semeja que estás tumbada y exhausta sobre un cuadrilátero con funda nórdica derrotada y como púgil inexperto y maniatado, te sube el miedo unos cuantos grados hasta que tu dolor febril muy dentro cautivo está.

Y así según hayan sido tus sueños no hay manera de amanecer porque te sientes que tus pies son papel mojado,que tus pájaros en la cabeza son de barro y que tu mirada está cuajada y solo notas que en el día te van a sobrar horas porque algunas marchitan solas pese al agua que les pones como esas ganas que de niña tenías no solo la mañana de Reyes,el agosto,muy a principios que pasabas con tu familia en Carballiño,el viaje en coche hasta allí con Nino Bravo incluido,en la cara A y en la B del radiocasete.Tus fiestas de cumpleaños en casa con tus amigas, perfectamente organizadas por tu hermano el del medio y la tarta de galleta que hacía tu madre con su mandil curiosamente con pinzas de la ropa muy pillas detrás colgadas.

Esas tardes en las que mientras ella remendaba no solo vuestra muda descosida, de fondo sonaba en la radio La saga de los Porretas y esas noches buenas juntos, todos...o cualquier otro día solo porque veías a tus padres ya al despertar en tu hogar, este con la sonrisa de salitre puesta y las ventanas de par en par al mar abierto.

Y recién levantada con muchos sueños en los bolsillos de tu bata estampada de pingüinos que te había comprado tu madre en la mercería del barrio,te encontrabas esos zumos de naranja en la cocina recién exprimida y el olor a café y las magdalenas de la Bella Easo y el Colacao. 

Luego de esta extraña algarabía matutina,dos de tus hermanos se iban para coger el bus del colegio,otro al instituto cerca de casa, el mayor de los cinco a la universidad  y tu madre te llevaba a la escuela que estaba enfrente de casa pese a las bromas de tus hermanos que optaban por decir siempre que con un tobogán ya te podían lanzar desde la ventana. 

Recuerdas hasta el tierno olor de tu madre que se quedaba en tu mano parte de la mañana escolar y el beso madrugador de tu padre antes de irse a trabajar aún estando tú dormida,cuando estaban las calles por poner . Él solo quería hacer la ruta pronto para que no se le hiciese tarde volver.

Casi todo era hermosamente imperfecto pero era vuestro y el presente muy indicativo de lo que suponía crecer a vuestro aire blanquiazul cuando no se da por hecho la victoria y la derrota roza levemente la piel,sin embargo el corazón latía al unísono y se multiplicaban las ganas y la pasión de volver a empezar. 

Y Riazor más mosquetero que nunca,os observaba cada día desde ese cariño hecho a fuego lento con tanto amor como el que desprendían tus padres.

Ellos siempre tan entrañables, únicos, de una honestidad tan visible como la luna se baña en el mar desnuda,sin tapujos,llena...de su verdad.

jueves, 5 de septiembre de 2024

Marchando unas certezas tostadas 0.0

Añoro más buen tiempo,una tarde al menos en el regazo del recuerdo hermoso cuando era niña...una mañana despierta gracias a los dulces besos de mi madre en las mejillas sonrosadas de mi infancia,una noche de cine en salón de mi hogar en la esquina Atlántica de Riazor junto a mis padres y hermanos... con esa peli clásica de West Side Story ,por ejemplo, de fondo mientras ellos bailaban y cantaban,nosotros con la luz plena del alma encendida.

Necesito más horas de sueño/s cumplidos como aquellos en los que alguno de mis hermanos, de pequeña, me llevaban a ver en pantalla grande con su chica,cada uno con la suya obviamente : los 101 Dálmatas, la Dama y el Vagabundo,la Cenicienta, Annie, E.T...o como otros en el que mi padre hacía de paje conmigo una mañana de finales de diciembre muy temprano y cogíamos los regalos de todos con la lista de sus deseos en mano.

Parábamos a media mañana para tomar café nada cortado en palabras en el Otero, mítico bar en la calle de los Olmos conocido por sus exquisitos calamares que en otras ocasiones los comíamos de tapeo todos juntos.

O aquellos días de luna de miel mágica e incomparable,en el paseo de mi mano enamorada por su mirada también enamorada con el Síndrome de Stendhal cerca de nosotros al contemplar el Duomo o el Ponte Vecchio al anochecer y recorrer la Loggia Della Signoria como si fuese un museo al aire libre. Volvería una y otra vez a decirle sí quiero al amor de mi vida,ese instante en el altar de la iglesia pegada a mi querido colegio.

Anhelo más momentos de certeza tostada 0.0 como todos aquellos pasados pasos de mi camino cerca de mis padres. Volvería al preciso instante en el que le vi las caras a mis niñas por primera vez, a sus ocurrencias de plastilina y a sus palabras de chocolate que tiznaban el borde de sus labios y a aquella ternura infinita de sus abuelos maternos viéndolas crecer. Ojalá desde donde estéis, sigáis haciéndolo. 

Me gusta acariciar vuestra certeza estrella al contemplar la huella tan bella que habéis impreso en ellas. En ciertas ocasiones, las miro y os veo...como al dibujar una como los ángeles como tú, mamá y la otra que emocionada vive los partidos como si fuese ella la que tira a gol, ¿a quién te recuerda, papá? Pero en su dulce sensibilidad y en su humildad; en su honestidad y en su lealtad es donde más os reconozco en ellas.

Y también me pasa con mis amados hermanos,con vuestros otros maravillosos nietos hasta con mis buenas amigas...con todas las personas que han formado parte de vuestra vida, vuestro increíble poso se respira alto y claro. Gracias por ello...os habéis quedado prendidos con certezas muy tostadas en sus corazones.

Cada segundo que tiene un minuto,cada minuto que tiene una hora,cada hora que tiene el día, necesito menos de mí y más de tantos...os añoro desde este agujero de soledad que me resquebraja y me agota de tal manera que hace que hasta mi lámpara de pie acabe sentada a mi lado dándome luz a mi oscuridad.

Y nunca imaginé que se podría servir fresquita la certeza tostada 0,0 : lo que viene a ser la nostalgia a finales de verano. En la nevera siempre hay alguna...certeza para saborear vuestra estrella. Y estas no tienen fecha de caducidad mientras el olvido insolente no habite en la buhardilla de mi memoria.