domingo, 27 de diciembre de 2020

¡Qué nunca se nos haga tarde para ella!

Vivíamos entre montañas tan espléndidas y no nos dimos cuenta.Dejábamos caer caricias al suelo de una manera absurda y rápida desperdiciando su savia y la nuestra.

Aún recuerdo el temblor que sentíamos bajo la desnuda tierra,ávidos para que nos tragase si las circunstancias se ponían feas.

Oíamos a lo lejos el fervor de las aguas torrenciales de otras épocas y así pasábamos las páginas de las tardes que a veces se rendían oscuras con estrofas desarmadas,deshechas. 

La verde oliva de su mirada derramada incluso la notábamos en la boca cada vez que nos mordíamos la lengua.
Era fresca la brisa de sus palabras de seda y en ocasiones parecían abrumadas en sus papeles desordenados sobre la mesa.

Cerca rugía como siempre esa tormenta...muy violenta,también negra que nos creíamos que encerraba misterios grandes y era solo una honda tristeza. 

Cuántas veces el viento se arremolinaba debajo de sus huellas,silbaba tan despacio que crujían las escaleras.El patio de luces con todos los tendales llenos de ropa todavía húmeda se movían sin tregua y colgaban de su mandil unas pinzas,pícaramente puestas.

Desde las ventanas del salón los barquitos veía antes de acostarse tan despierta,con sus devociones ya dormidas y un ángel en su habitación con vistas a su fortaleza. Si había distancias silentes,invisibles nos eran.

Nunca parpadeó tanto la niebla en el talle de su alma bella.Sus manos descorchaban todas las primaveras,reían sus andares de entonces,dulces sus maneras,hacía tapetes de ganchillo con flores secas. 

Vivíamos entre colinas en-calladas y no supimos escucharlas ni entenderlas.Tan simple nos parecía todo como lo hace la evidencia:cuándo naufrague la luz, ponle unas velas.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Menú navideño sin disgusto

¿Naturaleza humana,en serio? El gran problema de este mundo es que vivía ya en su naturaleza muerta.Se acerca sigilosa la certeza abatida a tiros mientras algunos aún se piensan en seguir muriéndose de fiesta.

Pónganse guapos de idiotez subida,hagan el tonto sin mesura que el futuro así ya tendrá su esquela.El tiempo que huye perdido es el único que no consuela.Mañana siempre fue una palabra Bella pero cuidado no cabreen a su Bestia.

Los buenos consejos no se sirven en bandeja igual que no vuelan las palomas yertas.Celébrense todos juntos pero sin estar revueltos en la misma mesa,a poder ser sin un menú "disgustación",a la larga no compensa.Quieren una nochebuena,yo prefiero que sean muchas noches buenas.
Por supuesto que extrañaremos a los que queremos,sin duda,pero ¿no lo hacen en cualquier fecha?
Y aunque soy de letras,importan los números porque detrás de ellos hay cientos de miles de personas que solo parece que se fueron por la puerta de atrás al no arañarnos de cerca.
Así somos de humanos...solo cuando nos interesa.El gordo de navidad ya nos tocó antes de primavera,a todos,no compren más boletos de los que tenemos,la Parca se pondrá contenta.

Demostremos tener más luces que las que se cuelgan en esta época.Lo que debería importarnos es la palabra que esconde dentro la na-VIDA-d y esa es la única que sí cuenta.Ojalá no sean feroces fiestas,nuestra caperucita sigue en el bosque y de los cuentos se debería aprender su moraleja.

viernes, 11 de diciembre de 2020

Seamos...sintamos

Seamos sensatos...sintamos amor. Vaciemos la arena de las palabras,soplemos también sus pestañas y pidamos un deseo hermoso,etéreo,de esos que se asoman desnudos al balcón honesto de su interior. 

Ahora que respiramos desierto,todos el mismo y sin un sol claro de por medio,vivimos con la sensación de no poder alcanzar esa caricia que alguna vez fue tan de verdad y de melena al viento.Sin ataduras,sin ser comedido en el gesto.Abierto,ese siempre abierto.La mascarilla jamás se debería llevar por dentro. 

Llenemos nuestros ojos de miradas con sentido silencio que salen de esa boca no sólo del metro...y medio de distancia y de latidos a corazón descubierto como nido en revuelo que juntos alzan el vuelo.
Encantados de entregarse a la vida con el miedo no injusto y con un par de imborrables recuerdos,de los que nos iluminan tanto que amanecemos con nuestra luz propia en la ventana de un mundo de por sí siempre incierto pero no por ello privado de sueños. 

Sintamos amor...seamos prudentes. Rasquemos la escarcha de ese dolor que solo sabemos si es grande o pequeño cuando notamos que si respiramos solos,encogemos... tanto de frío hasta en-volvernos invisibles de una nostalgia que vive extraña en el nudo del vértigo.

Ahora que tememos dos o tres sombras que nos acompañan según el momento,encendamos el aliento,el mismo que ponemos en nuestra mejilla de noche y que apenas nos bebemos,solo si estamos sedientos o sin el abrazo de aquel edredón amigo,abrigo de nuestro cuerpo.
Vivamos con la decisión del buen criterio que no con la del cretino que paladea soberbio con sus fraudulentos senti-miento-s

Seamos juiciosos...sintamos amor...porque a veces la sinrazón,la estrecha de miras,no le presta atención,que nunca nos falten las horas para sentir calor y que lo único que nos sobre sea el desalojo del que palpite en el hermético no,ese que asfixia cuando uno sí quiere...cuando un delincuente es quien nos ha robado más versos de los que rimaban libres en el romance de nuestra alma de arte menor.

El ayer titubeante se ha colado descaradamente en nuestro hoy,en esa agrietada vajilla desdibujada de nuestro cotidiano corazón que a golpe de desprendimiento de rutina,pierde miradas cautivas y se tropieza con ese falso arrepentido que ya no pide ni perdón.

Sintamos amor...del que se dispara en la madrugada sin balas,solo lleno de valor.