miércoles, 6 de febrero de 2019

"Fiebrero"

Hiere el ruido que a veces sale del corazón como una marabunta. Cada latido semeja un tumultuoso racimo de hormigas enojadas y parece que se te van a salir del pecho por el hondo agujero que ha des-hecho esa pena que da ver la poca fortuna de algunos sentimientos efímeros como el veranillo de tres al cuarto en plena caída de la hoja. Así uno empequeñece tanto que apenas se ve su verdad.

Pellizca el silencio si se vuelve escandaloso, tramposo y envuelto de despropósitos. Temes sus pasos, su impaciencia, su noche, su inquieta tristeza...se calla,te en-callas y pese a que veas que se ha ido, te respira tan cerca que al dormir,tiemblas.

Perdida la brújula de las ilusiones, callada hasta los huesos,lloras el vértigo a estas alturas de la vida que vacía cada invierno que hiela tus mejillas. Cierto es que llevas bajo la manga el cuatro de bastos pero desconoces el porqué y los bolsillos se te han llenado de descalabros. Guardas celosamente una antigua escoba por si llegase el momento de tener que salir volando a des-hora bruja y trasnochada. Has borrado alguna tarde de tus labios y has pintado de carmín tu diccionario al subrayar la palabra amor hasta " sin querer" tacharlo pero por prudencia, por saber que vive en ti su náufrago. Sin embargo amas...como respuesta, jamás pregunta y ni eso te salva.

Tu alma vieja tal cual mecedora chirría, solo allí se mece el miedo a las pérdidas que están por sangrar. Habitas tanto el cuerpo de otros que el tuyo se desvanece de frío y soledad. Calientas tus manos antes de beberte el dolor de un trago, consumes con delirio la luz que aún anida en tus brazos y acaricias la ternura de un pasado de terciopelo. Asumes tu edad de pana pero sobre todo la de los demás y el final del viaje te daña minuciosamente y el cansancio agarrota tus pies y ya la mochila pesa tanto pese a sentirte viajero en paro.

Y al pasar de puntillas para no despertar a las bellas sospechas durmientes,sin sentirte ni príncipe ni princesa de un cuento más avergonzado que colorado, tienes la certeza del que sabe que hace tiempo que se ha acabado y que los finales casi nunca pueden ser felices por ser finales. Una obviedad que solo piensas cuando la vida y la muerte se besan con descaro cerca de tu corazón tirado en una cuneta.

1 comentario:

  1. Fiebrero. Absolutamente genial. Cada línea, genial al cuadrado. El final, genial a la enésima potencia. Nunca desfallecer. Nunca.

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