viernes, 22 de mayo de 2015

No sé si es extraño

No sé si es extraño como envejece tu sonrisa en mis labios al terminar de haberte bebido mi vida,si tal vez es de noche tu día y de primavera tu melancolía y casi sangra, rojo muy oscuro, tu atardecer.Ojalá pudiese verte de nuevo cruzar la esquina del viento y que me despeines por dentro como aquella vez.
Recuerdo que pronto para ti era importante,devorabas los segundos como cualquier niño cuando va detrás de su pelota y el campo se le queda pequeño y el sueño también.Y sus padres lo ven crecer tan deprisa que se doblan ante el huracán de su risa y sus ganas de correr.

No sé si es extraño no saber que parte de ti me quiere y cuál no me quiere,ni siquiera si cuando te vas, ignorar si volverás al punto en el que lo dejamos,si es punto y aparte o punto y seguido pero yo me pongo en mayúsculas y me siento erguido en mi ilusión y en los suspiros,parezco de nuevo el chiquillo que pidió un deseo en aquella fuente y de espaldas lanzó la moneda y ésta nadó a contracorriente y aún cierro los ojos cada vez que cruzo cualquier puente, tan fuerte que mis lágrimas de vértigo me hieren,siento tu vacío a mi lado,piso el acelerador como quien estruja un poema en un papel por ser doloroso y cruel y de poeta arrojado desde su torre de marfil y tan olvidado que morirá habiendo amado a quién no le supo querer ni un poco ni mucho,quizá sólo una vez o nunca,pero ya no lo volverá a hacer por sentirse ciega, que no enamorada, de una quimera estúpida y de su mentira que huele a desfachatez,hombre de hojalata es.Te lo digo yo: el espantapájaros de tu cabeza y el león cobarde también en mi silenciosa fiereza,hay aventuras que es mejor no emprender y de las que se debe aprender.


No sé si es extraño un domingo de verano cualquiera cuando todavía duerme tu ocio cerca,lo hace tan despacio que las horas multiplican mi blanca pereza que es ese moreno de tu piel estival tan de croqueta,no,no se me ha colado la erre,te pasas cada día vuelta y vuelta y a mí el sol no es que me dé igual ,me parece tu peculiar juez adorado que dicta el color que imprime a la piel a modo sentencia,de ahí que sea un sol de in-justicia y así se disparan los días en mi sien...y hace que el estío nos separe tres meses y esperamos a octubre con cierto desdén.Y se nos pasa la vida con el ahora te quiero y luego ya no lo sé.Tu amor es de cervatillo, no debiste despertar a mi chiquillo,al niño herido que un día fue tan querido,empachado de cariño y siempre tan protegido que nunca quiso crecer.

No sé si es extraño cómo anhelas ser joven de nuevo,pero sin arrugas,sin acné,querer que tu pelo sea todo negro y mi cuerpo tu saco de boxeo que encaje los golpes bien y no tenga resaca después.No temer que la niebla te cruja por dentro y ya no se te quite la humedad de tus huesos y que los sentimientos sin estrías estén y sean a flor de piel.Y quedarte en la superficie,sin apenas mojarte,pero con mi pasión exacerbada y tú sin cortarte,sin ataduras y sin pensar que existe un mañana,ni un antes ni un después.Tener la sensación que no dependes de los cambios meteoroilógicos que ni los notes ni ser ese bastón en el que te apoyes pero sí ver todo con ojo de pez.

Y lo que no sé si sería extraño las sin-razones de tu partida y no precisamente de ajedrez.El que me dirás cuando despiertes un día y te des cuenta que ya no me amas como deberías o cómo crees que se debe querer. Tiene que ser cortante como un fiero día si ya no vas a besarme nunca más y el dejarme tirado como a una colilla y no apagar más mi sed,ni acariciar todos mis instantes ni arroparme si me destapas de esa manera brusca y fría cuando sale a relucir tu niña consentida porque ya no me sientes como antes y así se detenga el tiempo de estar juntos y me quede helado sin saber qué decir ni qué hacer para que me vuelvas a querer.
Descoserme a tiros con tus palabras vacías y con medias tintas empezar a contar mentiras con tu mirada y con tu desafecto como una bomba que suena en mis adentros y que tú ya la has puesto cuenta atrás y apagarme por momentos y dejarme morir del cuento y que por tu parte no haya ni un intento de entre tus brazos envolverme de cariño y desearme, eso sí, lo mejor, después de haberme echado en el corazón lo peor...de pensarlo me tiembla el tiento,el aliento y el adiós.

No sería extraño...ahora lo sé...sigo en tus baldosas amarillas...y camino.

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