Como cantaba Serrat "nos despertamos sin saber qué pasa chupando un palo sobre una calabaza".
Notas la luz que se sumerge en el jarrón con tus flores secas, cómo se diluye entre tus manos y un susurro de agua te quita de la cara tu desaliento sin mojarte apenas. En el salón alguien con descaro baila con tu sombra,la sombra de lo que fuiste.
Necesitas volver a escucharla,su voz,unos instantes más, anudada con ternura a tu cuello,tan dulce,tan cálidamente bella pero regresar no puede,invisible es.
Suena mudo el teléfono y bajo las retorcidas escaleras a modo enredadera huele a ruido y a oscuridad y tropiezas de tanta torpe tristeza una vez más. Y tu corazón se rompe en mil pedazos una y otra vez y como un puzzle te recompones aunque algún latido ya no encaje bien.
No quieres viajar al pasado,solo un presente,un regalo,sentir de nuevo sus brazos o escucharle lo contenta que se ponía cuando le llevaba un trozo de tarta de manzana de Sieiro donde tomaba café,el casino cómo lo llamaba él, hablando de fútbol y de la vida con las personas tan buenas que amablemente había en el lugar aquel. Y piensas cómo hay barrios que siguen respirando fuerte por los poros de tu piel aunque peines canas y sus calles también,donde aprendiste a andar en bici gracias a uno de tus hermanos,al que te pareces físicamente más a él,donde conocían tu nombre,todos los nombres , quién jugaba con quién y a qué.La del quiosco ya sabía que cromos te iba a vender ,la razón por la que tenías la rodilla hecha
un cromo y que tu padre acababa de dejar el coche en el taller.
Y no entiendes que digan que la vida sigue...no lo quieres entender. Te sientes como un escombro del todo hace casi un d-año y solo ansías su"to be continued" de cine del hombre nada tranquilo,tu family man y la mujer del cuadro,tu dama de las camelias pero el león de la Metro-Goldwyn-Mayer se despeña en rugir dentro,tan dentro de ti que te das cuenta que te sientes como esa ola que de madrugada se rompe en la inmensidad del a-mar de aquí a la eternidad.
Nadie miente sobre la obligada soledad,al menos el que habita en ti, no. Quizás sea demasiado tarde para las lágrimas,con las horas contadas como ese grito en la nieve que ahora eres y más si el frío te imbuye de tal manera como la bruma herida hasta hacerte desaparecer o parecer una estúpida nube y ponerte a llover.
Mientras contemplas desde otra playa que te vio crecer tu ciudad con el cielo rojizo ,cómo se pone tu edad con cierto pudor e incierta timidez...cada atardecer... con tus pies enterrados en la arena empapada del tiempo ca(l)lado que huye como delincuente que en ocasiones es,que corre como si en medio de tu nada le fuese a atropellar un tren pero con la certeza que ellos a tu vera no van a volver.
Pero al tirar del hilo de la cometa de tu nostalgia,descubres que tus ángeles tenían ya alas, incluso,antes de nacer.
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