viernes, 28 de junio de 2019

Un suspiro de relato (2)

Incurable ruta la de su nost-algia que le llevaba por paisajes demasiado vistos como algunos tan hermosos. 
Víctor tenía las manías de los muchos kilos de su edad que no de su peso. Era metódico hasta cuando se fatigaba. Lo hacía siempre a la misma hora y se ahogaba con la precisión de un relojero. Medía con tanto celo el tiempo,su tiempo y el de los demás. 

Víctor lo único que dejó de contar fue historias que ya eran historia para él y también sus d-años. Comenzó a callar...sus silencios empezaron a quebrarse como sus ganas.
Sus manos se agarraban a otras y las caricias se deshacían en la ternura caliente del que sabe que se está yendo como ese rubor de juventud que ya apenas se recuerda aunque él lo hacía. Pero ¡ qué lejos le quedaba todo aquello tan cálidamente cercano!

Su fatiga del alma era tan profunda como el dolor de quienes vemos cómo el oscuro viento penetra y te arranca el corazón de cuajo. Es el cierzo que golpea en el camino cuando empiezas a recoger tus palabras,tus recuerdos y toda una vida para guardarlas en esa maleta dolorosamente invisible para tu último viaje. Y Víctor lo sabía.