Sentirse como un popurrí de cine

He sido novia cadáver durante mucho tiempo en mi particular Sleepy Hollow,mi valle del sueño,un no paraje de in-quietud silenciosa,un poco o un mucho Frankenweenie,resucitada tantas veces gracias a la fuerza del cariño de los trescientos seres de mi planeta tierra. Soy de catástrofes naturales y de ángeles y demonios,siempre llevo algunos metidos en los bolsillos,por si el día de mañana ocurre lo imposible o estoy más allá de la vida.Cuando ruge la marabunta en mi cabeza,ocurre un estallido como si fuese la guerra entre los mundos y así a modo apocalíptico uno es capaz de convertirse en cualquier volcano en erupción.Y una ya no es una supernova y está más al límite de la amnesia y su viento como si llegase el fin de sus días. No sirve de mucho sentirse como un coloso en llamas cuando más bien soy como un grand piano con su cuenta atrás ya no tan intacto...Me gustan los aeropuertos para los reencuentros sobre todo los que suceden en cualquier pesadilla antes de navidad,mientras no sea el pasajero 57 en el vuelo del fénix y no lleve escrito en mi cielo que se acerca mi hora final,esa sensación de una lluvia negra sobre mí como una sombra que suavemente me mata.Sin miedo a la vida es difícil estar sobre todo cuando te sientes abordo del Titanic sin un plan de escape y por dentro tus 16 calles colapsadas por el pánico a morir sin haber dicho las suficientes veces te quiero o haber dado todos los abrazos que tenías guardados en tantos vuelos nocturnos de tu vida.Sería necesario tomar medidas desesperadas para saber que los que amas no se sentirán solos en casa y que ¡Viven !sin melancholía 28 días después de ese Godzilla  que en algún momento a todos se nos despierta dentro.Al fin y al cabo todo es una cuestión de tiempo para que nuestras huellas sean imborrables y jamás tengamos la sensación de 30 días en la oscuridad,para ello nada mejor que imaginar que los tuyos están cerca a siete segundos a través del espejo,con solo mirarte, los veas a ellos también.Es mi truco final,la manera de estar siempre abierta hasta el amanecer por si ellos al final vuelven,de alguna manera.