Nomeolvides

Griterío,silencio de ocres,de incógnito,como ovillos desmelenados,siento pero no lo siento,el pedir perdón no tiene cabida en este singular desatino.

Hacía tiempo que no me doblaba su alboroto deshojado y algo frío. Griterío de otros pero tan mío que no escuchaba tan improvisado de cerca mi extraño y su amanecer sin apenas haber dormido.

Echo de menos tus ojos de paseo marítimo con los míos. Y entonces me tiembla ese silencio de ocres y sus rizos y en un solo... respira muy azul el celeste,el nomeolvides y su racimo.

Con la vuelta a cuestas

Un optimista diría:"lo celebré hasta que el último resquicio de agosto silbó cerca de mi piel estival".

Un pesimista: "noté la última mañana tan tenue,sin apenas latir que supe que se acababa mi tiempo y el suyo".

Un realista no comentaría nada, salvo poner en orden sus palabras como quien coloca unos papeles en su sitio y simplemente volvería. 

A veces parece un chiste malo el estar con la vuelta a cuestas.

Pero como todo en la vida, dentro de unas semanas pensaremos un poco al más puro estilo Scarlett O'Hara: "después de todo, mañana será otro día" o nos sentiremos cual Gata sobre el tejado de zinc mientras nos dice algún Brick: "pues salta del tejado,los gatos saltan desde los tejados sin hacerse daño,salta! Diviértete!". 

O si lo preferís,solo recordad lo que le dijo el Gran Gatsby a Daisy: " no te angusties, la vida vuelve a empezar con el otoño ".