Lejos,solo un poco porque en la distancia mis caricias se pierden en mis manos.
Arriba,siempre para notar cómo el cielo de tu mirada hace que bese su azul al sonreír.
Abajo,nunca abajo,a no ser para sumergirse en tu corazón de navío en marejada llena de verdad.
Pronto que sea muy pronto para dibujar lentamente nuestros cuerpos,pinceladas de lo que no puede ser ni será...o quizás ya fueron sueños dulces.
Tarde,solo una tarde en medio de las palabras que salen de tus ojos que no se callan salvo para estar conmigo.
Y en tus alrededores poder sentirte como el ronroneo de la noche reclama esa luna que se pone muy siamesa a ciertas deshoras y con ella se queda...
Y así tan cerca,
lejos,solo un poco,
siempre arriba,
abajo nunca,
muy pronto
o solo una tarde
poder sentarnos,sentirnos...sin estar en la calle,sin tu nadie,sin mi nada,los dos a solas y las olas del mar sean quienes se acercan y se alejan con sus caricias de espuma y en mi piel muy inquieta,impresa la primavera. Soles que ruedan por la húmeda tierra,nubes de algodón que se deshacen en la boca de azúcar y alguna despistada estrella en la arena cierta y el rumor de sus ojos,el rubor de nuestras huellas si éstas se besan.
Así soñarlo...no pensarlo siquiera,al quedarme a oscuras y sentir cómo a mi corazón lo enciendes con muchas velas.