En el campo ya no nacen flores,sólo ojos azules, los que tiene la noche, de búho ebrio y pequeño y parpadean un hundido e incinerado miedo que ulula y a solas la espina se clava humillada entre las sábanas cálidas de otro verano inverosímil.
No debo pensar en cómo se querían...pues lo siguen haciendo a hurtadillas en cada beso que aún les quedan por darse...pero ahora acarician su dolor y le sangra toda una vida juntos y se derrama cada gota en su memoria llena de lagunas con monstruo incluido...son esos niños de cuarenta y tantos,esa herida que a veces no cicatriza del todo.
Se aman en presente,pasado y futuro.Sus cuerpos solos,helados se en-callan,salvo si entrelazados están en sus latidos por un calor de antaño.
Imaginémonos por un instante la vida del uno sin el otro...si ellos lo hubiesen hecho, no estarían dejados a su poca suerte,ésa que hace un año los borró no tan pronto pero sí tan de cuajo.
Han perdido luces que se bañaban de espumas imborrables y de amaneceres impensables,con una autenticidad muy azul y con esa varita mágica que hace posible lo irremediable. Así eran ellos juntos,ahora niños perdidos de cuarenta y tantos.
No sé cómo muere el amor...pero sí cómo nace,cómo se hace y se deshace,cómo se invoca y cómo se desboca,cómo se incendia y cómo se ignora.Y cómo de un nada se puede lograr un todo,cómo te invade y cómo se evade y daña e hiere,rompe y moldea y sana y cuida.
Amor,sí amor eres vida...desnuda y aterida,calurosa y fría,camino para mis pies y huellas para mis sentidos,ahora casi no vida por estar vapuleada de momentos,algunos vividos a golpe de calendario arrugado y de un ser perdido en una penumbra hechizada del peso de esa rutina que se desprende sin tiempo ni para el afecto.
Humo,sólo humo veo a lo lejos en la gran ciudad de su ruido,de su absentismo emocional y cabal.Y escucho un silencio bello,imperfecto,sereno que se ha quedado con ella.La acaricia tan dentro,tan dentro,la besa y la llena de una certeza lúcida y placentera. Es su silencio descalzo lo que le queda,esa intimidad tan suya,tan única y pestañea su soledad en vela,llamea melancohólica y ya
a-penas no sueña en plural.
Piedras,enormes piedras veo en su gran urbe decadente y contaminada...pero su mirada conmovida no la nota como se le posa en su alma,ahora que le parece ¿extraña?Ella es quien le hace llorar en la madrugada,la que le querrá más allá del alba,la que le recuerda cómo eran los besos,las risas,las palabras y la brisa.Y la complicidad de ese amor que da el saberse cada escondite secreto y aún así seguir jugando como niños de cuarenta y tantos y contando hasta diez y decirse:" ya voy,amor", por ese tierno guiño de una mirada que desnuda la otra nada más oír el rumor de esa caricia a tientas a punto de ser descubierta por la misma piel.
Y cuando no regrese del desprecio,de los hilos fríos que enm-arañan esos edificios asépticos,de emociones quirúrgicas...aquí en el campo de su hogar donde dos pequeñas juegan con el agua de la vida fresca,cálida,no la verá y su silencio se llenará de su palabra,la que le regaló un día, el mismo que ella le dijo: "sí,eres mi vida".
Pero su nuevo despertar en la ciudad,ya no le hace volver al pasado,porque parece que casi no lo recuerda y por eso lo ha dejado descuidado,no le ha dedicado esa palabra noble llamada respeto y darle una oportunidad digna dibujada por sólo el afecto y el cariño de tantos años pisados con fuerza y empuje a modo de vendimia.Ha de reconocer que hacían un buen vino,buena cosecha la de aquellos años bárbaros,años que se ha bebido de un trago,un mal trago.
Y ya no habrá reencuentro,lo ha dejado desfallecer en primavera,justo o injusto a punto de ser el día más largo ...ya quemado en esas chimeneas que ponía para calentar su helado abismo al que le arrojaron primero y en el que se quedó después.Ya nada arregla lo desgarrado cuando se deja pasar tanto tiempo,ya nada puede hacer,tampoco él lo ha intentado ni lo intentará , ya nunca se dará cuenta de lo extraviado de su yo tan a propósito que duele y más en manos de la ciudad gigante,desjuiciada,buscona y soberbia que aplasta lo verdadero,destruye lo auténtico,asesina en serie es de cada uno de sus sentimientos.Su mentira hiere y cada día que pase aquel campo dejará de ser hogar,puerto seguro y cálido anhelo.Sus hilos negros y sucios empiezan a arrasarlo,ya apenas se respira aire puro,las palabras se marchitan en los labios no besados.La naturaleza humana y la que no lo es,de vida se alimenta y de no vida muere,vida que fue el retrato de una dama como el cuadro que se ad-mira, pero colgado está en estos instantes en la pared de la que fue su casa.
Deshabitada,en ruinas,así quedará una hermosa vida...la de ellos y cada hora es un dejarse,cada día...el adiós es más que una despedida. Y con el paso y peso de los d-años todo habrá sido un devenir en sueño/s.¿Para qué?Para descubrir que nada es eterno y que aún así se quieren como siempre,como ayer.
Son esos niños perdidos de cuarenta y tantos que ya no están ni en nunca jamás y sólo se han despeñado en crecer para siempre.